El e-commerce es un modelo de negocio digital que permite a consumidores y empresas comprar y vender, productos o servicios, en línea; obteniendo beneficios como la reducción de costos e incremento del alcance de tu marca. Igual que un establecimiento físico, pueden estar dirigidos a tus consumidores, a otras empresas, a consumidores que comercializarán tus productos, a empresas distribuidoras, a empresas gubernamentales y un sin fin de posibilidades que explicaremos más adelante.
A finales de 2019 los usuarios de internet incrementaron casi al doble las búsquedas en los navegadores populares, pues ante la incertidumbre económica, comercial y social, las empresas tenían que resolver la forma de mantenerse andando.
En cuanto al valor de las ventas al por menor, también se ha logrado un incremento considerable a partir de 2019, año en que este tipo de ventas, solo en México, superaron los 20.600 millones de dólares estadounidenses, para este 2023 se espera que la facturación del comercio en línea supere los 30.000 millones de dólares.
En América Latina, Brasil es quien tiene el mercado de comercio electrónico más grande, en un año alrededor del 80 por ciento de su población accedió a internet para adquirir algún producto o servicio, seguidos por Chile y México, en donde el 65 por ciento de la población adquirió algún producto o servicio a través de internet. Estas compras registradas también hacen referencia a servicios de streaming, pago de servicios de vivienda, compra de víveres, servicio de alimentos a domicilio y de traslado.
¿A quiénes le está vendiendo tu e-commerce?
Sabemos que tú eres quien tiene la mayor información acerca de tu negocio, pero es posible que la mayoría de tus compradores de productos y servicios en línea sean millennials y centennials, es decir, específicamente aquellos que tienen entre 25 y 34 años, y en un porcentaje similar, de 35 a 44 años.
Estas dos generaciones siguen liderando a nivel mundial las compras por internet, siendo los que componen el 62 por ciento del total de este tipo de ventas, mientras que el resto está compuesto por personas mayores de 45 años, y menores de 24.
Dentro de las ventas por e-commerce hay algunos productos y servicios que han logrado destacarse en este tipo de plataformas, es decir, que los clientes prefieren adquirir a través de una tienda virtual o app, que en las tiendas físicas ¿Cuáles son?
Más del 70 por ciento de los consumidores prefieren adquirir moda, ocio, viajes y calzado a través de un e-commerce. Esto incluye ropa y accesorios, boletos para actividades de ocio, boletos de avión y traslado, tenis, zapatillas y cualquier tipo de calzado.
Preguntas que tienes que hacerte ¡Sí o sí!
Antes de iniciar tu e-commerce, renovarlo o reactivar tus esfuerzos de marketing, te recomendamos resolver las siguientes preguntas, que te permitirán aclarar de qué tipo de comercio electrónico se trata.
¿Vendo productos físicos, bienes digitales o servicios?
¿Cuáles son las características de mi cliente?
¿Cuáles son mis posibilidades de producción y atención?
¿Qué es lo mejor de mi producto o servicio?
¿Qué me diferencia de mi competencia?
El e-commerce no define tu modelo de negocio, es decir, puede tratarse de un B2B, B2C, B2G, o más. Si aún no lo tienes claro, te dejamos algunas pistas que además te servirán para poder seguir tendencias y poder pedir asesorías más adecuadas.
B2C
Business to Consumer
Tu compañía se dedica a vender el producto al consumidor final. Todo lo que el consumidor final pueda comprar en tiendas en línea, desde un par de calcetines hasta un automóvil, se realiza desde un modelo de B2C.
B2B
Business to Business
Eres una empresa que vende su producto o servicio a otra empresa. Puede que seas un proveedor de materias primas o productos semi-procesados, este tipo de negocio tiene ciclos de intercambio más largos, tickets promedio elevados y ventas recurrentes de tus clientes.
B2B2C
Business to Business
to Consumer
Eres una empresa que vende productos o servicios a otra empresa que los venderá al consumidor final, es decir, tus productos o servicios son comprados por comercializadoras o distribuidoras, reconociendo que el producto que están ofreciendo es realizado por tu compañía. Es el caso de los productos que encontramos en los supermercados, o los viajes comprados a través de agencias de viaje.
B2G
Business to Government
Eres una compañía que ofrece productos o servicios a dependencias gubernamentales, ya sean de nivel, local, estatal o federal. Este tipo de empresa depende de la negociación y relaciones que se construyan con el equipo que se encuentre en el gobierno.
C2B
Consumer to Business
Seguramente has escuchado de los influencers, los líderes de opinión de las redes sociales. Eres un C2B si las empresas invierten para que consumas sus productos o servicios y los muestres en tus plataformas a través de unboxings, videos de review, historias de experiencia, o de otro tipo.
C2C
Consumer to consumer
Si eres un C2C te vemos en varias plataformas como Facebook Marketplace, Instagram, Mercado Libre, eBay, Amazon, etcétera; estas permiten que vendas servicios o artículos, incluso de segunda mano. El mayor reto es el poder ofrecer a tus clientes control de calidad y mantenimiento de sus adquisiciones.
¿Qué vendes?
Después de aclarar tu modelo de negocio podemos hablar de tu método de entrega de valor, es decir, la parte de tu producto o servicio de la cual tu consumidor final obtiene el mayor beneficio.
Etiqueta blanca.
Cuando tu compañía hace uso de una tercera para manufacturar el producto, pero que al final llevará tu logotipo y nombre, tienes un método de entrega de valor etiqueta blanca. Esto funciona para tener la total visibilidad de marca, reduciendo los costos de manufactura. Este tipo de empresa es muy popular en la industria de moda y cosméticos, especialmente en aquellas que llevan la firma de celebridades.
Etiqueta privada.
Si tu compañía manufactura productos para vender a los consumidores a detalle, podemos hablar de una Etiqueta privada. Se trata de empresas que tienen la posibilidad de producir, pero también tienen espacios de almacenamiento y venta. Es el caso de muchos supermercados con marcas propias, o boutiques que venden ropa con su etiqueta propia.
Mayoristas.
Si eres de las empresas que venden a otras compañías, probablemente se trate de una empresa mayorista, y no hablamos únicamente de productos, también los servicios pueden entrar en esta categoría. Las empresas mayoristas venden lotes de productos o paquetes de servicios a un precio significativamente menor del que paga el consumidor final, con el fin de que el intermediario obtenga también utilidades por cada venta.
Son quienes surten los supermercados, las tiendas de abarrotes o las agencias de viaje mayoristas
Servicio de suscripción.
Este método no es tan nuevo como parece, pues empezó a utilizarse hace más de 500 años por los editores de mapas de navegación a quienes sus suscriptores pagaban por obtener primero las actualizaciones de los mapas.
Si eres una imprenta, un diario, una plataforma de streaming de música o producción audiovisual, incluso artículos o reseñas, tienes un modelo de negocio de Servicio de suscripción. Tu reto es mantener a tus suscriptores satisfechos y encargarte de actualizar tu producto en cada entrega.
Recomendaciones para aplicar en tu e-commerce ¡ya!
Es el mejor momento, en la historia, para apostarle a tu emprendimiento. Gracias a todas las posibilidades de comercio en línea y de la creciente comunicación B2C desde todas las plataformas y redes sociales el costo del fracaso empresarial puede ser de muy bajo costo, las posibilidades de experimentar con diferentes productos y mercados se han incrementado.
Cambia, ajusta tu idea, y regresa con más fuerza. Sabiendo que ahora tu costo de fallar en tu emprendimiento es más bajo que nunca en la historia puedes aprovechar para hacerle los ajustes necesarios a tu producto, servicio o a tu mercado meta. Recuerda que en tiempos de hiperconectividad casi cualquier producto es comercializable.
Sé parte de la comunidad a la que sirves. Dale humanidad a tu marca, participa en las plataformas en las que sabes que interactúa la comunidad a la que tu producto está dirigido. Deja el miedo y comparte el conocimiento, solo así podrás ser un líder dentro de la comunidad a la que quieres ingresar.
Ganar-ganar. Actualmente las marcas, especialmente aquellas que venden sus productos en redes sociales, no temen al momento de pedir ayuda a su competencia. Si tienes una empresa pequeña que busca consejos para crecer, pídelos, gran parte de las interacciones cotidianas en las redes sociales vienen de personas intentando resolver dudas y preguntas, incluso de gente desconocida.
Crea relaciones con tus clientes. Esto es algo que todo mundo quiere hacer, y de las cosas más complicadas de lograr, ¿cómo puedes hacerlo? Bríndales atención personal. Si tienes clientes frecuentes, podrán compartir su conocimiento como consumidores; si bien no es buena idea saturarlos de mensajes, newsletters o comerciales, puedes pedirles responder una breve encuesta en su última compra a cambio de un cupón de descuento. Recuerda personalizarlo a través de un CRM para que te lean como un humano y no como un bot.
Conoce a los líderes de opinión, influencers y plataformas. Reconoce quiénes son estas personas a las que tus consumidores escuchan, leen, ven, son quienes necesitarás que hablen bien de ti, para poder posicionarte ante los ojos de tus posibles clientes. Reconoce las comunidades de estos prospectos e identifica a quiénes escuchan, sobre qué tema y desde qué plataformas.